Todas las empresas necesitan de sus clientes para poder sobrevivir y mantenerse en el tiempo. Personas conocemos muchas, más cercanas y más lejanas, pero clientes... ¿dónde están mis clientes?
Realmente los clientes no están en ningún sitio y están en todos los sitios. El cliente es aquella persona que primero se ha interesado por los productos y servicios de nuestra empresa y finalmente ha comprado uno o varios de ellos.
Por tanto, el cliente no está geolocalizado en ningún sitio. El cliente es un estado mental de una persona que se siente atraída hacia nuestra empresa y que gracias a esa motivación, realiza compras.
Según esta definición de cliente (existen muchas más definiciones), el cliente es algo que crea la empresa y por tanto son las propias gestiones comerciales las que permiten convertir una persona en un cliente.
El secreto consiste en realizar operaciones comerciales y de marketing, no para encontrar clientes, sino para crearlos. Si no, que se lo pregunten a Apple y sus largas colas de zombie-clientes en las entradas de sus tiendas.